lunes, 28 de abril de 2014

Arte y escritura.

Desde el rincón mas oscuro de mi habitación escribo con pluma blanca y tinta negra, palabras llenas de agua y sal, de sombras, de ilusiones.

Dos corazones, un solo camino. Una luz y un guía. Dos cuerpos llenos de pasión, de amor y ternura. Una mente con buenos momentos y otra llena de mal augurio. Una poesía y una canción, que se unen a lo largo del camino, poco a poco, formando una melodía simbólica para ambos. El le promete que jamas le soltara. Ella le promete que jamas se ira. El la guía a través del camino desconocido mientras ella alumbra con el reflejo de la luna en sus ojos verdes. La felicidad que desprenden aleja del sendero todo mal que aceche. Dos tórtolos en un bosque de espesa vegetación donde no importa la civilización, donde no importa el tiempo. El se hecho mano al bolsillo, sacando algo largo, fino y elegante. Una pluma blanca con esmeraldas engarzadas. El dijo: Esta pluma soy yo, blanca y pura de sentimientos. Las joyas son esos ojos que tanto me encantan. Ella cogió la delicada pluma con decisión y escribió su nombre en el pecho. El volvió a coger la pluma, puso su brazo junto al de ella, y dibujo un corazón. Medio dibujo en cada brazo, y dijo: " Así sabrás que la parte que me falta eres tu."

Para esa princesa que falta en mi castillo.

domingo, 27 de abril de 2014

Agarrame.

Camino por la calle un dia soleado, alegre, con buena temperatura. Tras la melodia que destrenden los canticos de los pajarillos esta mi pensamiento, mi sentimiento y mi inspiración.

Solo veo lo que me interesa. Parejas unidas. Felices. Alegres y contentas. Parece qe estan hechas a medida.

Solo veo lo que quiero. Ati y ami ahi, sentados en ese verde cesped humedo. En tumbarnos y jugar al juego de las caricias. En reir. En ser felices.

Solos tu y yo. Solos en el mundo...

Por favor, agarrame muy fuerte, pero solo si me prometes que no te marcharas nunca.

jueves, 24 de abril de 2014

Amor.

El amor es el anhelo de abrazar a una persona con fuerza y estar en el mismo lugar que ella. El deseo de abrazarla dejando fuera al mundo entero. La nostalgia del alma de encontrar un refugio seguro.

Un dia, otro dia.

Siempre la misma historia. Suena el despertador del teléfono móvil y me despierto desorientado, con la vista nublada, ojeras a mansalva y una enorme resaca después de una interminable noche de insomnio. Una fina y delgada linea de luz entra por los ventanales de mi habitación, cegando mis ojos y obligándome a cerrarlos unos instantes. Suficientes para recordar el rostro de alguien que un día lo fue todo. Una imagen que se repite día tras día. Un rostro casi imposible de olvidar. Una belleza externa e interna. Una persona con unos defectos encantadores. Me levanto de la cama con el pie derecho a propósito y comienzo a vestirme sin prisa pero sin pausa, pues mi paseo matutino con un canino que duerme bajo mi cama me espera. Paso a paso voy adelantando el camino hasta un lugar sin nadie. Un lugar lleno de soledad y hojas caídas. Me siento, suelto a Tobi, cojo mi móvil, entro a WhatsApp y ahí me espera una media hora para mirar todo sobre ella. Su ultima conexión. Que escribe. Que hace. Que foto tiene...

A lo largo del día se me pasa por la cabeza cientos de miles de millones de veces. Lo que vivi con ella. Lo que quiero vivir con ella. A veces deseo que mis sueños se agan realidad, puesto que siempre sueño que duerme a mi lado. 

Siendo ateo, rezo a todo Dios existente, que me llame, que quiera hablar conmigo, que me diga que me quiere y que me ama. 

Y asi vivo y muero. Y asi asciendo y desciendo dentro de mi ser, ahogando mis penas en lagrimas secas que no quieren salir.

Los sueños que me despiertan.

Miedo. Miedo a dormirme. A soñar lo que no quiero. Sueños de desesperación por los que me ahogo, sudo, me desoriento. Dicen que soñar es gratis, pero ami me esta costando la salud. Sueño con ella y con el. Con su sonrisa provocada por otro que no sea yo. Con los calurosos abrazos y los dulces besos que nos dábamos y ahora se los da otro. Con las caricias en la barriga o en la cabeza que hacia que se nos fueran los males. Con recuerdos que, mientras mas los piensas, mas duelen; sabiendo que solo serán eso, recuerdos. Cada noche me despierto desesperado, buscándola por la cama. Llamándola. Adorándola. Una diosa que ilumino la vida de un pobre naufrago perdido en el horizonte del amor. Una profesora que me enseño a querer. Una amiga en quien confiar. Una aventura cada noche en mi cama. Un todo en nada.