sábado, 21 de febrero de 2015

Palabras en la boca de un enamorado.


El amor es la poesía abundante de melancolías,
el amarte es una condena que me gusta pagar,
el recorrer los caudales vivos de tu cuerpo me incitan a pecar

Pero saber que en ese amanecer te iras;
es decir, que me veras llorar.

Distanciarme un segundo de tu pensamiento
es sentir que nada vale la pena.

Por amarte estoy preso en la soledad engañosa,
por pensarte me atrapa la ansiedad cigañosa.

Que bien, sentir que te amo,
y que triste vivir sin tu amor.

Por eso vivir sin amor es morir de soledad,
vivir sin aire es morir tristemente
pero vivir sin ti,
es sentir que todo se derrumba lentamente.

Quisiera estar junto a ti,
para hundirme en tu océano, para nadar a tu lado,
porque si estas conmigo, sus aguas serán tranquilas.

Quisiera estar junto a ti,
para viajar en mis sueños,
ser parte de tus pensamientos,
latir en tu corazón
y volar en tus alientos.

Quisiera estar junto a ti,
para sentirme vivo,
al sentir tu tibio aroma,
que me envuelve todo con el poder de la magia.

Si la esclavitud del tiempo,
no me comiera algún lejano día
mereciera con vileza y con tormento,
morir por ti al instante, vida mía.

Porque el amor que me brindaste,
fue para mi una eterna gloria,
porque hoy lo evoco en mi memoria,
en este maravilloso día.

Observando las ultimas gotas,
de este frio invierno,
recordé en aquellos instantes,
que aun te sigo queriendo.

Y vinieron de pronto a mi mente,
como el despertar de un sueño,
mil mariposas volando,
para convencerme de que es cierto.

Inútil y en vano fue,
el intentar ocultarlo.
Los sentimientos traicionan,
eso no puedo negarlo.

Al mirarte, mi corazón,
bombeo mas de la cuenta,
no te pude ni hablar,
maldita sentencia.

Mire tus ojos de mar,
y quise perderme en ellos.

Y me viene a la memoria,
mi vida, que aun te quiero.

Pero la cruel realidad,
me llego por un lamento,
que ya es muy tarde, lo se,
pero aun te sigo queriendo.